La instalación miMonte estuvo acompañada de un Recital para voz y violín.
Aquí puedes leer el texto que acompaña este trabajo y el artículo que sobre ella escribió Walter Medina en Nuevatribuna.es
Algunas vistas de la instalación:
Espiga, 195x195 cms.
Pino, 200x200 cms.
Retama, 120x120 cms.
Espigas, 100x100 cms.
Jara, 93x93 cms.
Diente de león, negro 80x60 cms., blanco 90x60 cms.
Lavanda, 73x54 cms.
Arbustín, 60x60 cms.
En miSelva ha surgido miMonte. miMonte es un necesario reconocimiento a los árboles y arbustos que forman este paisaje que me acoge, que nos acoge, y que nos regala un aire lleno de nutrientes para nuestros cuerpos y también para lo que, siendo lo que sea, hemos dado en llamar espíritu, alma, conciencia. Nuestro aliento. Nuestro bienestar. Cada arbusto cuenta. Cada junco, cada hierba. miMonte está formado por Retratos. Porque son retratos. Retratos de Sujetos que deberían ser de pleno derecho. Por eso estos seres vegetales que forman miMonte aparecen ante la mirada desvinculados del paisaje de fondo, como individuos que son. Sobre fondo blanco. Sobre fondo negro. En alianzas de diferentes. Llevo tiempo retratando seres no humanos. Me ha parecido necesario ofrecer a nuestra mirada esas otras realidades que nos ayuden a salir del maleficio de Narciso. Dejar de mirar nuestro reflejo y mirar la realidad desde un lugar de afinidad y semejanza. Un lugar de dignidad entre Iguales. Desde hace tres siglos venimos convirtiendo la Naturaleza al completo, en nuestro particular supermercado; al igual que los supermercados en los que nos abastecemos, la naturaleza se ha convertido en un lugar del que coger materiales para usar y tirar, sin miramientos. Naturaleza convertida en productos exclusivos para nuestro peculiar entretenimiento y disfrute. Naturaleza malversada. Han sido tres siglos trepidantes, que se llenaban de colores, formas y materiales increíbles. Sin duda nuestra acción es puro hechizo: nuestra capacidad demostrada para convertir nuestra existencia en un fascinante parque de atracciones, con capacidad máxima de abuso y destrucción. Sin embargo podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que estamos pagando un precio demasiado alto para esta peculiar forma de vida entretenida. Por eso nos toca cambiar el rumbo. Fijarnos en un pequeño arbusto, en la grandiosidad de tanto de lo que venimos despreciando. En Bustarviejo, agosto de 2023